martes, 28 de febrero de 2017

De sí

Había salido victorioso de batallas épicas,
logró huir del tiempo y alcanzarlo 
corriendo al otro lado del mundo.

Pudo eludir las muertes más siniestras
y también las más absurdas.
Aunque las muertes absurdas 
pueden ser las más siniestras.

Libró los venenos de la noche,
las balas fatales que con dedicatoria 
escupió alguna mujer.
En fin que escapó en una larga vida
a los peligros que el mundo reservó
a su humanidad.

No obstante, persistía cada noche, 
antes de cerrar los párpados,
la pregunta que desde corta edad
su consciencia le regaló:
¿Cómo podría escapar de sí mismo?

Foto por Jozs SaVáz

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