sábado, 18 de marzo de 2017

De cara

Irse, caerse de cara sobre un lago tibio,
contando las burbujas sobrevivientes,
que algún dios olímpico no pudo devorar.
Esa imprudencia la traigo yo.

Es sentir las brasas bajo la cerámica,
cuando te enfría las yemas de los dedos
antes de empaparlos con esa ardiente;
caliente y voraz probada de éxtasis.

Sospecho, que el abismo de su boca,
lleva al estero de un paraíso inusitado
ataviado por alegres demonios osados,
mujeres fatales y anfibios de plástico.

Que dentro suyo el universo respira,
paladeando a quien apetezca nadar
en atrevido mutuo devoramiento de lenguas;
maratónica riña que voy dispuesto a no ganar.

Qué más da perder la carne por el alma
si por condición no necesito huesos
para perderme bajo tu llama en ámbar,
lúbrica de vulva, dulce miel sobre mis labios.

Irse, caer de cara sobre tu piel oleosa,
y quebrarme la sonrisa en tus poros,
diosa amante, puta gloriosa, amor cobarde
que escribió love con acento sobre mi carne.




Foto por SaVáz





No hay comentarios: